Dijo
una vez:
soy
anécdotas de mi sangre
detalles
que pasan anónimos con sus pequeñas historias
nimiedades que a veces se
rescatan del olvido
si
tanto dolor tiene su peso específico
con
sus personas que pasan y se van
a
parajes de ausencia para siempre
palabra
terrible siempre
que
es inapelable martillo en el cráneo
y
espanto en el corazón,
dijo
una vez.
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