DIJO CORTÁZAR, DIGO YO

 El tiempo nace en los ojos -dijo Cortázar-
y eso lo sabe cualquiera.
La puerta a la alegría nace en el corazón -digo yo-
cuando uno se da cuenta de repente
y no se necesita más.
El tiempo muere en los ojos y se lleva la alegría
pero eso no lo sabe cualquiera.

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HOJAS DE OTOÑO

 

Voy al entierro de las hojas de otoño
los zapatos sucios y los jueves de junio
las fuentes sin agua
las sonrisas estúpidas
las flores secas
y los fusilados por sus sueños
la lluvia que mojó las ilusiones
y se fueron calle abajo de los años con sus revoluciones
el canto del sabiá que tiene barrotes en la garganta
y un gesto de saludo inútil con las alas levantadas, 
juntaré porque ya es hora los desperdicios
lo que queda de la lucha y los compañeros de las horas
para sembrar el sol que oxida cada día
voy al entierro y prendo una vela
que es luz poca y vacilante
para cruzar la agüita del Jordán
y al pie del recuerdo de los días buenos
rogar por algunos más que ablande el corazón
de sus pascuas y ausencias
de camisa negra barcos hundidos
revoluciones pérdidas y amores que fueron
caídos nomás al viento
voy al entierro de las hojas de otoño.

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TODO Y NADA

 Y a pesar de mi beligerancia
-el espíritu lo sabe-
que hallando la hermosura breve
la trata como lo que es
un instante,
sigo entre las calamidades
a la luz del sol (cuando hay)
insurrecto
adiestrándome en los berenjenales de cada día
casi sin éxito
agarrado a cuerdas cortadas con nudos
repitiendo palabras de otros como Cartaphilus,
toda la realidad
desde que el mundo es mundo
pasa por mí
se resume en mí
que soy todo
que soy nada.
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MARGARITAS A LOS CHANCHOS

 

El sueño es alivio de las miserias
dijo Miguel una vez
es que la velocidad es inmensa,
las cosas apenas se presentan se despiden
el esfuerzo y el cansancio de amarrarse
abrazarse a la fe de dos o tres certezas
para que la ventolera no arrase lo ya casi desnudo
las bromas de la vida
los clavos de mis cruces de a rastro
la ventura formidable de estar vivo y sangrante
simplemente cada día
sobrevivo a la siguiente caída del imperio romano
como sol entre las nubes
tirando margaritas a los chanchos.
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