UN POBRECRISTO

Siguiendo a Fray Luis de León
-"Dicebamus hesterna die..."
("Decíamos ayer...")
que no es un engaño,
el hombre vive en el caos
el que fue el que es y el que vendrá,
un pequeño caos el humano en el caos del tiempo y la distancia
del arriba y el abajo amputado de respuestas
con sus instrumentos inútiles instrucciones opacas
y direcciones en el desierto.
Cree que sabe
y de lo que sabe
sabe poco,
presume su soberbia con una sonrisa
pero le faltan dientes para morder
cabeza para imaginar
y sueños para la felicidad,
vive como si el mundo fuera plano
el universo una cosa natural de todos los días
porque un vaso con leche es un vaso con leche dice
la moneda sube o baja pero es la moneda
y cosas propias de cabezas horizontales
llenitos de música barata:
están locos
o simplemente estúpidos.
A veces alguien percibe
vislumbra
las bellezas del paraíso
-se le nota en la cara-
esa inmensidad cuando estas cosas pasan
y es cuando uno tiene esa sensación de fe,
esa esperanza de que todavía,
de que todavía.
Viendo y viviendo.
Agustín de Hipona escribía:
«Mihi quaestio factus sum»
(«me he convertido en una pregunta para mí mismo»).
Soy un pobrecristo.

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