Las puertas de la noche
dejan entrar flechas blanquecinas como hojas de helechos
se escapan rebotando cuando abro y cierro las manos
mi sombra pisa el hielo que ilumina difusamente
esperando un amanecer frágil y precario
igual que cualquier corazón
mientras humea a la luz de la luna su eternidad
como estiércol de caballo.
xxxxxxxxxx
dejan entrar flechas blanquecinas como hojas de helechos
se escapan rebotando cuando abro y cierro las manos
mi sombra pisa el hielo que ilumina difusamente
esperando un amanecer frágil y precario
igual que cualquier corazón
mientras humea a la luz de la luna su eternidad
como estiércol de caballo.
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