Querer limpiarse los ojos de los cielos sin pájaros
del
averno que se carga en silencio
porque
oprobia llevarlo
somos
ya eso
hemos
muerto por ahogo o suicidio
a esas
fatigas del alma
que
siguen oliendo a derrota una y otra vez
aún ya
en la resurrección de cada día con su sueño
no
somos mejores
apenas
un poco más sabios locos arrepentidos,
querer
limpiarse los ojos de las tumbas
pestañear
ventanas con soles, brisas,
ver con
dolores de parto
asustados
de la belleza que pudiera reventar el corazón
queriendo
ser el mismo otro
sombra
vieja y carne nueva
concertar
el desconcierto
olvidarse
para siempre
y abrir
esa puerta hacia la luz
con los
ojos limpios definitivamente
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