VOY EN LA LISTA DE EXTRANJEROS

 

Voy en la lista de extranjeros
con mi esperanza desconfiada y anciana
va esparciendo cenizas
un día semillas
por avenidas van
por estrechos senderos perdidos
y al pasar por las tumbas de los caídos de sus sueños
me persigno ante cada una
por piedad misericordia respeto
de compañeros antiguos de ilusiones
ahí están los trapos rojos y negros
los blancos de rendición
las banderas sucias quemadas rendidas
zapatos retorcidos por el tiempo
y la mugre que después los fue tapando
con sus capas de oro podrido
eso que reluce hoy en las puntas de las cabezas
cual si fuesen faros enloquecidos
que señalaran los paraísos
la estampa de la risa quebrando los dientes
del vómito de felicidades de a una en fila
humo de chimeneas de las noches
que las pone a parir
voy en la lista de extranjeros
fugado
durmiendo donde puedo estas pocas cosas 
bolsillos en el pliegue de mi alma
 junto a mi esperanza desconfiada y anciana
chispitas ascuas
todavía bienaventuranzas sin pedir entrada
vino de Caná
banquete baile sin que duelan los pies
estrellas en los ojos de puro alumbrados
cagarse de risa
descansar de tanta puta miseria
o como se llame
lo que ensucia el corazón de secretos podridos inútiles.
Mientras tanto esta vida
tan lejos
tan lejos.
Peregrino nomás.
Un artilugio del universo que será devorado
en la lumbre de la fe que me sostiene
entre este cielo
y este infierno.

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