sábado, 14 de enero de 2017

PERROS

Los perros que se me murieron
aquellos que me acompañaron un tramo
apenas un momento del camino
los perros que están en otros sitios
los que nombro y saben quién los nombra
entran en mi alma a lamer esas cuestiones
como heridas de su propia carne
aunque ellos saben y yo sé
que están del otro lado de la nada
que es todo un mundo de misterio
ellos entran despacito a lamerme
moviendo las colas
me miran compasivos
todavía estoy atado
cada día espero mi hueso
orino donde se espera
pido todos los permisos
agacho mis orejas
me siento y espero
los perros que se me murieron
no dan una señal
se van como vinieron
pero el corazón está un poco más tranquilo.
He sido derrotado y es inútil cualquier discurso
la historia la van escribiendo otros
yo sólo resisto
muestro los dientes como me enseñaron
los perros que se me murieron
los perros y cada pequeña revolución perdida
y ladro simplemente
                          blasfemias como flores perdidas de esperanza.

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DERECHOS RESERVADOS

1 comentario:

  1. Hermoso poema, Sergio,especialmente para cuantos hemos tenido perro y hemos aprendido de ellos.
    Un abrazo.

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