Y a continuación cerrar los ojos,
sentir la sangre
el silencio,
ordenar las piedras esparcidas
el pasaje de la noche
la lluvia sobre el corazón
y después,
claro,
redimir los brazos
sacudirlos como banderas
invitarte si querés
a invadir los ojos
las calles,
sacarse el luto que no vale la pena
las ropas esas incoloras
vos sabés,
desnudos del corazón
encontrarnos en cualquier esquina
de cualquier lugar
y mearse de risa
bajo el sol.
DERECHOS RESERVADOS
Despojarse de todos los prejuicios para ser libres.Sólo cuando uno es libre de verdad se puede permitir el lujo de mearse de risa ante cualquiera bajo el sol.
ResponderEliminarHa sido un placer descubrir tus blogs Sergio.
Volveré de vez en cuando.
Saludos.
HOla Jerónimo y gracias por tu tiempo y dedicación.Un placer como siempre recibirte. Un saludo afectuoso para ti.
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